Los Reyes Magos me trajeron un e-book convencional ( por decirlo de algún modo) quiero decir que la pantalla es blanca y la tinta negra, no se conecta a Internet y no puedes escuchar música ni ver videos.
Me parece que es un gran invento y encima útil para mí que tengo esta manía un poco obsesiva de imprimirme artículos o informes bajados de Internet para luego leerlos con calma. Una vez leídos si no los quiero guardar ( la mayoría de veces ) acaban mal ordenados en alguna mesa o estantería.
Con el e-book, los puedo leer cuando tengo tiempo y si no me interesan los borro, sin papeles por medio, fantástico.
Mis compañeros de la oficina, ya me advirtieron que Apple sacaría un e-book en poco tiempo y que me estiraría de los pelos de la cantidad de cosas que NO haría mi e-book.
Pues bien, ya tenemos en el mercado ( de momento Norteamericano) el I-pad. Puede hacer tantas cosas; ver videos; conectarse a Internet, sobre todo a la tienda de libros de Apple y escuchar música ( de I-tunes, mejor) y el tamaño es mayor que el resto de e-books.
Cuanto más veo el I-pad más me gusta mi e-book y respiro tranquilo.
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