Hace un par de semanas leía en un medio de comunicación escrito un artículo firmado por una socióloga lamentándose sobre la intoxicación informativa que existe en Internet.
El artículo arrancaba comentando que circulaba en Internet un correo electrónico sobre el caso de una violación que para perpetrarlo habían utilizando una sustancia desconocida que como efecto secundario provocaba esterilidad de por vida a la víctima.
Esta monstruosa anécdota la utilizaba la articulista para constatar que a partir de ahora hay que contrastar mucho más la información que llega por la red que antes.
Es a partir de este punto que quería hacer una serie de reflexiones. Tiene razón la gente cuando dicen que hay mucha información en la red, de hecho es una obviedad que a estas alturas no merece ser escrita. Existe mucha información de valiosa o útil y mucha de dudoso valor o incluso engañosa, esto que también es una perogrullada está directamente relacionado con lo que nos pasa en la vida real. Vivimos en una sociedad con un exceso ingente de información que recibimos constantemente por muchísimos canales: Televisión, Prensa, Radio, Teléfono, Anuncios, etc… y consciente o inconscientemente hemos aprendido a filtrarla, discriminarla e incluso borrarla de nuestra mente. Tenemos mecanismos para creer en la veracidad de la información a veces tan simples como la reputación de la fuente y ese es el motivo por el que vemos una cadena de Televisión concreta y no otra o porque leemos un periódico y otros no ( a veces incluso nos creemos más un articulista determinado de un mismo periódico ) y solemos desconfiar de las promociones que recibimos en un sms o de las Teletiendas de las tres de la madrugada.
Leyendas urbanas existen hace mucho tiempo: Los cocodrilos que pasean por las alcantarillas de ciertas ciudades, en mi infancia “la mano negra” que salía de la taza del Water cuando menos te lo esperabas y un largísimo etcétera que se explicaban de boca a oreja y que ahora, por ejemplo, se puede consultar también por Internet.
Y de engaños o “timos” ya no digamos, no se si este país tiene algún record relativo a este tema pero se han contado muchísimos algunos muy burdos y otros muy sofisticados y laboriosos y ha habido gente que de estas practicas ha hecho su “modus vivendi”. Ahora en Internet se puede encontrar recopilaciones de los más famosos e ingeniosos.
Pues en Internet pasa lo mismo que en la vida real. Con tal cantidad de información, tenemos que aprender a filtrarla, seleccionarla y discriminarla para que tenga valor porque en definitiva es un canal de comunicación más. Y lo que pasa en la vida real también se traspasa a Internet. ¿ Hay mucho engaño en la red? Pues seguramente el mismo que en la vida real y si recibimos un correo de una supuesta entidad bancaria pidiendo nuestra clave de acceso, tan sencillo como borrar el mensaje ( no estoy diciendo que no se tenga que perseguir policial y judicialmente al que hace estas practicas ) de la misma forma que ya no nos creemos el que simula por la calle ser deficiente con un número de lotería supuestamente premiado y nos pide que le demos algo de dinero a cambio del boleto.
En Internet hay que estar precavido para estos temas como en la vida real y también hay herramientas que te facilitan la selección de la información y con el paso del tiempo acabas teniendo tus propias fuentes de información fidedignas como en la vida real.
